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Euritmia pedagógica

“Es el ejemplo supremo del principio de toda la educación de Steiner de que el movimiento es lo primero, porque la actividad de las extremidades despierta y vitaliza la experiencia de la cabeza”.  

 

El arte en la educación es necesario para el desarrollo de una inteligencia que parte de la voluntad y para la formación de capacidades creativas que toman en cuenta al ser humano en su totalidad, y son necesarias cuando lo más importante no es la mera acumulación de conocimientos, sino la creación de caminos originales en su búsqueda y también de habilidades para la vida, incluidas las sociales.

La euritmia es un arte cuyo instrumento no es el violín, el pincel, sino el propio cuerpo como medio de expresión, y actúa como factor de integración entre las asignaturas y clases del currículo Waldorf, profundizando el aprendizaje al conducir todo el cuerpo en un movimiento significativo.

Las habilidades especiales que los niños desarrollan en la euritmia incluyen la orientación espacial y corporal, el ritmo, las habilidades de trabajo en grupo, el equilibrio, la confianza en sí mismos y la capacidad de pensar por sí mismos. Uno aprende a controlar el movimiento a través del ritmo y la forma: es un movimiento controlado. Los movimientos están llenos de significado, de la misma naturaleza que el lenguaje mismo.

“Porque el individuo recupera la revelación de su ser anímico en lo eurítmico, encontrará a través de la euritmia, dondequiera que se aplique en la educación, lo que siempre resultará ser un recurso educativo para desarrollar el sentido de la verdad. Cuanto más abstractos se vuelven los lenguajes, más se alejan de la verdad.” (...) “En la euritmia, todo lo que se separó en el lenguaje vuelve al ser humano. En tal situación, cuando las personas tienen que sumergirse en sus sensaciones, cuando hacen de sí mismas un instrumento, no pueden dejar de ser veraces”. [1]

 

Tiene una influencia armonizadora, estimulante de las fuerzas vitales; puede actuar armonizando las tendencias constitucionales y, sobre todo, provoca un fortalecimiento de la voluntad.

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